jueves, 20 de septiembre de 2012


El Orgullo del Vencedor

Hoy no voy a hablar de nada que tenga que ver con la economía, sino con algo que es más importante aún después de leer constantemente, desde hace ya demasiado tiempo, lo mal que va el país. Mi abuelo siempre me dice que el sobrevivió a una guerra, al hambre, al miedo. Qué nosotros estamos viviendo otra guerra, la de la falta de lucha, la de la falta de ilusión. Que tenemos lo más importante, libertad y que a la adversidad se le planta cara levantándote cada día con un único objetivo, VIVIR y no pasar de largo sin construir. 
Entonces me ha venido a la cabeza el vídeo que os pongo a continuación, me lo enseñó una de las personas con más sueños y ganas de llevarlos a cabo que conozco, y que seguro, por su perseverancia y determinación los alcanzará.

Os pido que le dediquéis tres minutos, y que os paréis a pensar muchas de las cosas que dice, yo me quedo con que hay que trabajar mucho, tener motivación, perseverar e insistir, porque la vida es una sucesión de batallas, en todos y cada uno de sus aspectos. Ante situaciones adversas muchos es cuando descubren lo mejor que tienen. YO decido empezar hoy.

lunes, 17 de septiembre de 2012


¿Y QUÉ ES LA PRIMA DE RIESGO?
Sin duda, la noticia estrella de todos los medios de comunicación en las últimas semanas y que nos ha mantenido a todos en vilo, ha sido nuestra ya íntima  prima de riesgo. Pero ¿sabemos realmente lo que supone? Este artículo les intentará trasladar el significado de la misma y sus implicaciones en nuestra economía.
La prima de riesgo es un concepto utilizado en economía, que hace referencia al recargo que el inversor ( agentes que compran deuda pública a un estado) exige al deudor (Estado) en función del riesgo que exista a la hora de recuperar esa inversión. De esta manera entendemos que los inversores van a exigir una prima de riesgo mayor a un Estado por comprar su deuda, cuanto mayor sea la duda respecto a la posibilidad de que éste devuelva el montante de su deuda más los intereses.
Recordemos, que la deuda pública surge de la necesidad de los países de financiar inversiones a  medio y largo plazo, así como por la necesidad de conseguir liquidez de una manera rápida  y hacer frente a pagos inminentes. Para ello, los distintos Estados emiten bonos y obligaciones  alcanzando así los recursos financieros.
Ahora nos preguntamos ¿cómo medimos esa prima de riesgo? Pues bien, ésta se mide en puntos básicos, los cuales son una unidad de medida utilizada para observar las variaciones que tienen lugar en “cambios ó índices”, nos  permiten valorar los aumentos ó disminuciones en las cotizaciones. Por tanto, los puntos básicos sólo se utilizan cuando en economía nos hablan de variaciones en la cotización de valores de índices bursátiles, índices de tipos de interés etc. Para que podáis entender su valor,  se compara con los puntos porcentuales, de los cuales se diferencia por la magnitud de medida, siendo la equivalencia entre ambos la siguiente:
  1 punto porcentual (1%) =  100 puntos básicos.
Posiblemente ustedes se hayan preguntado por qué, cuando nos dan datos sobre la prima de riesgo española siempre se compara con la de Alemania. Esto es debido a que las primas de riesgos de los países siempre van referenciadas a la  calidad de la deuda de un país estable. En nuestro caso, al ser un miembro de la U.E,  se toma como referencia a la deuda alemana, al ser la más sólida y segura  y no verse fuertemente afectada por problemas coyunturales.
Veamos un pequeño y sencillo ejemplo para asimilar el concepto de prima de riesgo.
El día  11 de Agosto la rentabilidad del bono español a 10 años subía a 5,037% mientras el interés del bono alemán se situaba en 2,241%. A partir de estos datos, para calcular la prima de riesgo española, sólo debemos hacer un sencilla resta, representando esos porcentajes en puntos básicos: 504-224=280 puntos básicos. Estamos pagando un 2,80% más que lo que paga Alemania por sus bonos. 

Pasamos a ver las consecuencias de una prima de riesgo elevada y de cómo nos podemos ver afectados por ella. 

martes, 11 de septiembre de 2012

Un nuevo blog, nuevas formas de intentar demostrar lo que podemos llegar a dar en este mundo que tan complicado se nos está poniendo a los jóvenes. Yo soy una chica de 26 años, he estado trabajando tres años en un banco pero lo dejé justo hace un año.Me arriesgué y me fui al extranjero en busca de nuevas experiencias que me enriquecieran. Sé que puede resultar una "locura" teniendo en cuenta que la tasa de paro alcanza ya el 24,44% según la última Encuesta de Población Activa publicada. Pero si no perseguimos nuestros sueños y no luchamos por intentar conseguir aquello en los que podemos sentirnos realizados de verdad, seremos unos infelices. Y al final lo que no podemos permitirnos, en esta vida que dura más bien poco, es permitir que la vida te pase a ti sin que la vivas.

Será un blog a título informativo donde pretendo explicar determinados conceptos económicos, que aparecen constantemente en los medios de comunicación, de una manera fácil para que aquellas personas que como yo, cuando no tenía ni idea, puedan entender mejor lo que nos acontece en estos tiempos "revueltos".
Mi primera entrada trata sobre algo sencillo, pero me hace ilusión que sea este artículo porque fue el primero que escribí mientras colaboré un tiempo en el periódico regional extremeño VUELTA DE HOJA.



EL TEMIDO DÉFICIT PÚBLICO.
Llevamos  unas semanas sumamente intensas, en las que no hacemos otra cosa que escuchar constantemente  en los  diferentes medios de comunicación términos como prima de riesgo, deuda pública, déficit público… y además podemos observar cómo cualquier persona, sin tener mucha idea en temas financieros, habla sobre ello como si llevará cultivándolo toda la vida. Pero, sabemos realmente qué es el déficit público, por qué se ha producido, cómo influye éste en la deuda y en la tan ya conocida prima de riesgo. Este artículo pretende  explicarles de una manera menos técnica las cuestiones anteriormente expuestas, para que aquellos que no somos expertos en economía podamos entender los problemas que están aconteciendo actualmente en nuestro país.
Los  Estados, como en cualquier economía doméstica, tienen su partida de  ingresos y de gastos. Los ingresos los consiguen a través de tributos, tarifas y tasas varias, productos de monopolios fiscales entre otros, y los gastos públicos los podemos dividir en tres categorías, los Gastos corrientes que son aquellos que ejecuta el Estado para adquirir  los factores de producción necesarios para poder proporcionar bienes y servicios públicos. Estos gastos son los que incrementan la renta nacional, ya que hay una repercusión directa en el bienestar de los ciudadanos y en la productividad del país. Por otro lado tenemos los Gastos de transferencia,  que son aquellos que  no se utilizan para producir servicios públicos sino que se utilizan para cubrir necesidades de determinados beneficiarios. Un ejemplo es nuestro sistema de la Seguridad Social, donde gracias al ingreso que recibe el Estado de los contribuyentes puede atender los gastos de atención médica que tienen los trabajadores y familiares a su cargo, así como las prestaciones por jubilación, prestaciones por desempleo y subsidios o subvenciones no incluidas en el sistema de Seguridad Social. Por último, tenemos los Gastos de inversión  que se producen cuando se adquieren bienes instrumentales o también llamados de capital e incrementan el activo del Estado, y que son lo que se utilizan para la producción por el propio Estado de bienes y servicios. Esos bienes instrumentales a los que hacemos referencia son lo que comúnmente llamamos, materias primas.
Una vez aclarado ligeramente el concepto del gasto, procedo a dar paso a nuestro “querido” Déficit Público o también denominado Déficit Presupuestario. Éste se produce cuando los gastos públicos realizados por el Estado y el resto de entidades públicas (comunidades autónomas y ayuntamientos), durante un determinado periodo, supera a los ingresos.
Ese déficit debe ser cubierto, por ello las administraciones públicas acuden al sector privado para financiarse, emitiendo bonos y obligaciones a x años que se devolverán a un tipo de interés pactado en el momento de la emisión. El conjunto de préstamos que pide el sector público es lo que da lugar a la deuda pública.
 Veamos un ejemplo, si yo necesito comer tres patatas diarias (gastos) pero sólo tengo dos (ingresos), tendré un déficit de una patata y lo que hago para intentar solucionar el problema es acudir a mi vecino para pedirle prestada una patata, lo que implica que genere una deuda por valor de una patata.
Estamos de acuerdo que cuanto mayor es el gasto público, mayor será el déficit si los ingresos no suben, y si mayor es el déficit mas deuda pública tendrá que emitir el Estado y más empobrecidos estaremos en un futuro, porque son las generaciones venideras las que tendrán que pagar los intereses de esa deuda con los impuestos.
El problema reside en la estructura del gasto, cuando se incrementa el gasto público para fomentar la productividad y la inversión y conseguir así un crecimiento de la demanda agregada *, el país conseguirá crecimiento sostenible, y aunque tenga que acudir a los mercados para financiarse, podrá amortizar esa deuda sin problemas al generar los recursos suficientes para ello. En España gran parte de la deuda que emite el Estado se utiliza para pagar el subsidio de desempleo de ese 21% de personas en busca de empleo que empantanan las colas del I.N.E.M, en lugar de ir destinada a cubrir inversiones que impulsen el crecimiento de la economía y consigan así crear empleo. 
De esta manera  entendemos que el déficit está directamente relacionado con los planes de estímulo que en época de crisis son tan importantes para incentivar a la demanda. El punto de inflexión se produce cuando el déficit es excesivamente alto puesto que empieza a ser peligroso por el endeudamiento que origina. Y cuando un país tiene un déficit muy alto tendrá mayores problemas para obtener préstamos del sector privado ó de los mercados. Estos efectos se ven reflejados en los tipos de interés, los cuales serán mayores cuanta más incertidumbre exista en la economía. Y esa incertidumbre se plasma en la prima de riesgo, concepto que explicaremos en el próximo artículo.
La U.E está obligando a los estados miembros a reducir sus márgenes de déficit por el sobreendeudamiento que se está llevando a cabo y esto para los ciudadanos se reflejará en una reducción de su estado de bienestar, por una parte recortando en gastos (corrientes y de inversión) y por otra elevando los impuestos.
¿Y por qué los mercados desconfían de España? Porque las previsiones de crecimiento son mínimas con esa tasa de paro que dobla la media de la U.E y se necesita un plan de estímulos creíbles que incentiven la creación de empleo a medio y largo plazo. Necesitamos que el gobierno tome medidas para que haya unos cambios estructurales y dar así estabilidad.